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Zinc frente a galvanización en caliente: comprensión de las diferencias
La galvanización es un procedimiento crítico en la lucha contra la corrosión de los metales. El proceso implica aplicar una capa protectora de zinc a una superficie metálica para protegerla de los elementos agresivos. Cuando se trata de galvanización con zinc, la aplicación da como resultado un recubrimiento más grueso y uniforme, libre de poros, lo que demuestra su confiable resistencia a la corrosión. No sólo protege, sino que también agrada a la vista, disponible en acabados plateados y dorados que ofrecen un aspecto estético y decorativo.
Pasando a la galvanización en caliente, este método adopta un enfoque práctico al sumergir piezas metálicas directamente en un charco de zinc fundido. Esta técnica de inmersión produce una capa metálica duradera con un acabado plateado clásico. El material recubierto cuenta con atributos como antioxidación, resistencia a la corrosión y la capacidad de soportar altas temperaturas, lo que lo convierte en una opción ideal para entornos como instalaciones de almacenamiento en frío.